Bogotá, 18 de octubre de 2022. El 51% de los nuevos emprendimientos en Colombia son de mujeres. Sin embargo, sólo 25% de ellas participan las juntas directivas de las empresas. 

En momentos en que el país atraviesa un proceso de transición y los impactos de una compleja situación mundial, es importante que nos enfoquemos en aquellas acciones que generan mayores oportunidades de crecimiento para disminuir la inequidad y la pobreza.

Recientemente, en el marco del Congreso de Confecámaras, analizamos con líderes y expertos las apuestas que debe hacer Colombia para enfocar la política pública, la gestión del sector privado y el aporte académico en momentos tan retadores como los actuales.

Uno de los focos de la actual política pública es la economía popular, que busca el trabajo con amplios sectores informales de la economía. Sin duda, una de las mejores formas para impulsar su crecimiento es el impulso de la asociatividad.

Para hacerlo es clave aprovechar el amplio tiempo recorrido en el desarrollo de conglomerados o clúster, donde se unen micro, pequeñas, medianas y grandes empresas de múltiples actividades. Allí no solo se requieren acciones públicas para desatar cuellos de botella que afectan la actividad empresarial, sino vincular en rutas de desarrollo a los sectores informales, que hoy constituyen la mitad de la fuerza laboral del país.

De otro lado, la calidad y pertinencia de la educación es crítica para los actuales y futuros desafíos. Entre las acciones está formar a los jóvenes en las apuestas productivas del país a través de la educación dual, modelo que permite que, desde el primer semestre, se vinculen también a una empresa para aprender y aportar en los procesos productivos lo que les genera una gran ventaja al momento de graduarse.

Otro aspecto destacado es la innovación como llave del éxito empresarial. Estudios que hemos realizado indican que la innovación logra el objetivo fundamental de que las empresas duren más y crezcan más. Para impulsarla es necesario fortalecer alianzas público - privadas, entendiendo el papel de despliegue y ‘fuerza rápida’ que tienen las entidades que trabajan en las regiones para aplicar la política pública, como las Cámaras de Comercio.

De otro lado, además de contar con las propias garantías constitucionales sobre el respeto por la propiedad privada, se pidió una regulación y trámites que eliminen las barreras para el crecimiento de nuevos negocios, especialmente los negocios verdes.

Existe urgencia, como lo señaló una empresaria, de que se conozca más sobre estos negocios, comenzando por las autoridades ambientales.

Otro importante resaltado es que el 51% de los nuevos emprendimientos en Colombia son de mujeres. Sin embargo, sólo 25% de ellas participan las juntas directivas de las empresas. Su perspectiva de eficiencia, transparencia y conocimientos permitirá a las empresas avanzar mejor.

Finalmente, el Congreso de Confecámaras sirvió para resaltar el importante papel que tienen las industrias creativas en el desarrollo del país. Mantener los beneficios tributarios e incluirlas en los beneficios de otros sectores será clave en la generación de empleo, así como en el impulso del turismo.

Julián Domínguez Rivera
Presidente de Confecámaras

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