- El sector privado es desarrollador por naturaleza: su rol es el de acelerar el progreso y posibilitar el progreso. Medir el impacto y comunicarlo no será opcional.
Cartagena, 13 de septiembre de 2024. La jornada del segundo día del Congreso Confecámaras 2024 ¡Haciendo la Tarea! Cámaras + Empresas siguió con la charla ‘Gestión de la reputación corporativa: Elemento diferenciador en un entorno cambiante’ realizada por Jerusalem Hernández Velasco, Socia de Sostenibilidad, Reputación y Buen Gobierno de KPMG España, quien cuenta con más de 16 años en gestión de la reputación, riesgos y sostenibilidad.
De acuerdo con la experta, vivimos en una era de “indignación”, pues los datos globales muestran que hay mayor violencia interior, lo que se traslada en más protestas y manifestaciones públicas. “Lo que nos dicen los estudios es que nunca como hoy vivimos en la desesperanza. Ni siquiera en la segunda guerra mundial, ni en la recesión de 2008. Ahora vivimos en una desesperanza, tristeza y estrés mayores”.
Los cambios tecnológicos, económicos y sociales actuales deben obligar a ver el entorno de una manera diferente. Es aquí cuando la reputación y la construcción de confianza va a tener más importancia, pues frente a la inquietud y las preocupaciones de la sociedad, las empresas son las llamadas a ser ese faro ético.
Actualmente, la desconfianza disminuye y reina el desinterés: un estudio muestra que 70% no distingue la verdad de la falsedad y 51% no le interesa la información.
“¿Por qué debe importar la reputación? Porque aporta legitimidad y tolerancia frente a los grupos de interés. Debemos pasar del ego corporativo al éxito corporativo. La reputación no consiste en saber cómo me ven. Lo que importa es saber qué significa esa confianza que estoy creando. La reputación corporativa será clave para batir la certidumbre”, expresó Hernández.