- La economía colombiana crecerá 1,8% en 2024 según el Banco de la República. En 2025 la perspectiva es cerca de 2,7%. Analistas coinciden en que no es momento para tramitar la ley de financiamiento.
- Productividad, informalidad, educación, incertidumbre e inversión son algunos de los grandes problemas estructurales y coyunturales que presenta Colombia.
Cartagena, 12 de septiembre de 2024. En el primer día del Congreso Confecámaras 2024 ¡Haciendo la Tarea! Cámaras + Empresas, se llevó a cabo el panel ‘Superando barreras: Desafíos y oportunidades de la economía colombiana’ en el que participaron Andrés Mompotes Lemos, director general de El Tiempo; Leonardo Villar Gómez, gerente general del Banco de la República; Luis Fernando Mejía Alzate, director ejecutivo de Fedesarrollo; Marcela Eslava Mejía, profesora titular de la Universidad de los Andes; y Piedad Urdinola Contreras, directora DANE.
Leonardo Villar Gómez, gerente general del Banco de la República, expresó en su intervención que la política macroeconómica debe mantener un equilibrio de estabilidad para que la economía se pueda mover por la senda de crecimiento potencial sin crisis.
“Venimos en una senda de recuperación, los últimos datos sugieren que se podría elevar, pero por ahora es 1,8% la perspectiva para 2024. En 2025 podría ser cerca del 2,7%. En los trimestres finales de 2025 estaríamos creciendo por encima de 3%. Eso se lograría porque la inflación estaría bajando y eso permitiría que la tasa de interés bajara”, indicó.
Villar también se refirió al cambio de la regla fiscal e indicó que estos cambios hacen que pierda credibilidad. Para el director, la regla es algo positivo y debe ser estable, pues es una herramienta para autorregularnos.
Por su parte, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, indicó que el país tiene varios retos estructurales y coyunturales. En el primer segmentó englobó a la informalidad laboral y empresarial, una barrera para el crecimiento de la productividad y que no permite el acceso al crédito. En el segundo grupo se enfatizó en la tasa de inversión en el país.
“La tasa de inversión en Colombia es cercana al 17% del PIB. Hemos llegado a niveles de 24% y antes de la pandemia era de 21% del PIB. Los últimos dos años ha caído por varios factores, uno es el apretón de la política monetaria (subida de la tasa de interés). Otro factor son los efectos de las últimas dos reformas tributarias. La reforma del 2021 subió el impuesto de renta de las empresas a 35% y la reforma de 2022 aumentó la tributación de los dividendos, lo que aumenta el precio del uso del capital. Otro factor es la incertidumbre en la política económica por anuncios o medidas que ha implementado el gobierno nacional”, indicó Mejía.
Piedad Urdinola, directora DANE, señaló que la baja proactividad es un problema endémico de la economía colombiana. Esto se debe a que hay pocas empresas muy grandes y muchas de subsistencia. Además, indicó que no hay polos de desarrollo; tener concentración de empresas, industria y mano de obra capacitada en un sitio geográfico aumenta las brechas.
También se refirió a que Colombia está en pleno bono demográfico, sin embargo, se puede estar desperdiciando si no se dan las condiciones para aprovecharlo. En este sentido, indicó que las mujeres se deben sumar al mercado laboral, pues se está perdiendo mano de obra calificada porque ejercen labores de cuidado o del hogar. Otro punto que destacó fue la importancia de tener más y mejor información. “El poder de los datos se debe reflejar en la mejora de decisiones, políticas y estrategias”.
Por su parteMarcela Eslava, Profesora Titular de la Universidad de los Andes, resaltó varios factores que suponen un reto para un crecimiento dinámico y sostenible de la economía colombiana. El primero fue el de la productividad, que es particularmente baja en segmentos muy grandes de la economía. Otro punto es el cuentapropismo y los micronegocios informales que representan dos terceras partes de donde trabajan los colombianos.
“Si uno se pregunta por qué tenemos esa conformación, encontramos barreras como problemas de financiación, de competencia y de impuestos corporativos. Pero encontramos que estos problemas son menos importantes que los problemas asociados al mercado laboral, en especial las brechas de talento humano y un diseño de la formalidad, en particular en lo laboral, que no propicia un crecimiento más dinámico de negocios con potencial”, explicó.
Para enfrentar estos retos, la experta recomendó mejorar la educación y que esta sea compatible con la empleabilidad. También sugirió repensar los esquemas de protección laboral para hacerlos compatibles con el desarrollo empresarial. Por último, propuso fortalecer el acompañamiento a las empresas que tienen potencial de crecimiento con capacidad de innovación y valor diferencial.