No olvidemos que las empresas de todos los tamaños generan cerca del 78% del empleo formal en Colombia

Sin lugar a dudas 2023 ha sido un año retador para la economía colombiana y en consecuencia para el sector empresarial. El aumento en las tasas de interés, el comportamiento de la inflación y el valor del dólar son factores que afectan la decisión de crear o no una nueva empresa, pero estas variables no son las únicas, es fundamental para los empresarios mantener la confianza en el país y la certidumbre sobre las decisiones que el Gobierno nacional toma en materia económica.

Si bien existen retos, vivimos en un país de empresarios resilientes, que le apuestan a generar oportunidades, empleo y bienestar social. Los más recientes resultados del Informe de Dinámica Empresarial de Confecámaras nos arrojan datos interesantes que vale la pena analizar para entender cómo se comporta este importante indicador y el efecto que tiene en la sociedad.

Se destaca que en el primer semestre de 2023 se crearon cerca de 165 mil unidades productivas, 26% corresponden a sociedades y el 74% a personas naturales. Si comparamos estas cifras con el mismo periodo del año anterior, encontramos que las sociedades crecieron 1%, no obstante, los embates del mercado. Por su parte las personas naturales presentan una variación del -5,1%.

Del total de nuevas empresas, el 47,5% generaron al menos un empleo, lo que ratifica la importancia del sector privado en la promoción de oportunidades y el cierre de brechas sociales. No olvidemos que las empresas de todos los tamaños generan cerca del 78% del empleo formal en Colombia.

Muy admirable que en todas las regiones, no obstante las condiciones de entorno, complejas muchas de ellas, persiste la cultura de crear empresa, así lo refleja la variación positiva en esta materia presentada en departamentos como Amazonas (19,9%), Córdoba (4,5%), Cundinamarca (4,3%), Valle del Cauca (1,8%) y Antioquia (0,3%).

Siempre he sido un convencido de que el futuro hay que mirarlo con optimismo aún en las condiciones más adversas y no traer a valor presente escenarios inciertos. Hay señales que nos permiten prever un mejor comportamiento en la dinámica de creación de empresas para el segundo semestre: la inflación en los últimos meses ha empezado a ceder, el Banco de la República mantuvo inalterada la tasa de interés por segundo mes consecutivo y el DANE reportó en su más reciente informe que la cifra de desempleo regresó a un solo dígito.

Unido a los resultados anteriores es necesario continuar focalizando esfuerzos en materia de política empresarial que nos permita acompañar a micro y pequeñas empresas para que se creen, permanezcan y generen valor económico. En este aspecto es fundamental las señales que el Gobierno nacional envíe y la profundización del trabajo articulado entre lo público y lo privado.

Son numerosas las acciones que en esta dirección adelanta la Red de Cámaras de Comercio como la Ventanilla Única Empresarial -VUE-, los programas Alístate y Transforma-T para Crecer, enfocados a microempresas de la economía popular; las estrategias clúster que integran a empresas de todos los tamaños, Fábricas de Productividad y Sostenibilidad que impactan los procesos internos de las empresas, entre muchos otros.

Más empresas sólidas se traduce en crecimiento económico, por ello apoyarlas es la mejor fórmula para garantizar un mejor futuro, sin lugar a duda una empresa que progresa revierte innumerables beneficios a la sociedad y genera desarrollo a Colombia.